Nuestros estudiantes tienen innumerables habilidades, modos de aprendizaje, gustos y rasgos que deben conjugarse de una manera optima y eficaz para que su desempeño sea valioso y bueno dentro y fuera del aula. Después de trabajar sobre los rasgos afectivos y cognitivos, llegamos a un modulo que realza la importancia de la competencia intercultural. Dicha competencia genera sentimientos y actitudes que van a contribuir a mejorar el desempeño lingüístico de nuestros alumnos con su segunda lengua. Considero que es importante dar un espacio para conocer los rasgos de cada una de las culturas que se encuentran en el salón de clase. Una vez este paso ocurre, entra en juego la cultura de la lengua meta, no solo para conocerla o imitarla sino para apreciarla y entenderla. Esto permitirá que entonces nuestros alumnos desarrollen valores como la empatia y el respeto por la cultura meta y así puedan ganar confianza, mayor gusto y conocimiento por el Español.
Dentro de este proceso, la inclusión de las diversas manifestaciones de la segunda lengua son requeridas y a la vez deben ser trabajadas en una ambiente de investigación, trabajo en equipo y camaradería que enseñaran a nuestros estudiantes a ser mejores estudiantes y lo mas importante a ser mejores seres humanos.
La inclusión de la competencia intercultural en el aula de clase le brinda al estudiante bases sólidas para que transforme su actitud frente a la cultura meta. Esta inclusión requiere de una alta dosis de trabajos dentro y fuera del aula que realzaran las razones por las cuales se debe buscar como meta aprender la segunda lengua y además aprender a reconocer la diferencia y la diversidad del mundo.
Sin duda, esta competencia ayudara a que el estudiante injerte en su ser nuevas herramientas para conocer el mundo y respetar a los otros en la escuela, su ciudad, su país y el mundo.
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